Mc 1,1-13

Esta breve pero fundamental sección muestra a Jesucristo en continuidad, respuesta y superación a las esperanzas del AT. Nos da así la clave de lectura para la palabra, la vida y la obra que encontraremos luego en el Evangelio. Sin esta relación con el AT, Jesús es, a lo sumo, un personaje extraño, incluso maravilloso, pero no el «Hijo de Dios» (cf. Mc 1,1). Sin esta continuidad y plenitud la narración evangélica queda reducida a anécdota, mito o fábula.